ATLAS DEL MAR PATAGÓNICO
ESPACIOS linea ESPECIES
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN
 
  • Descarte pesquero

    Gran parte de lo que se pesca no llega a puerto. La proporción que se desperdicia puede ser diez veces mayor que la que se guarda en las bodegas. Por ejemplo, por cada kilo de langostinos se pueden descartar 10 kilos de otras especies. Las estadísticas pesqueras incompletas no permiten una evaluación del impacto de estas prácticas, a pesar de su innegable importancia comercial y ética.

    Algunas aves y mamíferos marinos aprovechan el descarte pesquero. El “subsidio” de alimento que significa el descarte para las especies que lo utilizan puede generar impactos demográficos con inestabilidad en las poblaciones.

    Foto: Pesca acompañante del langostino que incluye, entre otros organismos, peces óseos, crustáceos, erizos y ovicápsulas de caracoles. © Revista Puerto

  • Sobrepesca

    La industria pesquera es la actividad extractiva con mayor impacto sobre la biodiversidad del Mar Patagónico. La sobrepesca ha generado la caída poblacional de muchas especies de peces e invertebrados. En el caso de la merluza común, la biomasa de adultos disminuyó en un 70% en el período 1987-2006. Entre 1993 y 2004, los valores de desembarques declarados en la Argentina para esta especie fueron superiores a las capturas máximas permitidas.

    El sustento de las poblaciones de aves y mamíferos marinos que se reproducen en la costa se encuentra en el mar. Un apropiado manejo ecosistémico de las pesquerías es vital para garantizar la viabilidad de estas poblaciones.

    Foto: Pesquería de merluza común (Merluccius hubbsi). © Mark Royo Celano

  • Captura incidental

    Todos los años mueren miles de aves, mamíferos y tortugas marinas capturados por las pesquerías comerciales que operan en el Mar Patagónico. La pesca con palangre (líneas de anzuelos) ha sido causa importante de la reducción de muchas poblaciones de albatros. La mayor parte de las especies de albatros y las siete especies de tortugas del mundo se encuentran amenazadas o en pelígro crítico de extinción. La captura incidental y la pesca fantasma (redes a la deriva) representan las principales amenazas para estos grupos.

    Foto: El delfín franciscana, endémico del Mar Patagónico, es uno de los mamíferos marinos más amenazados por las pesquerías artesanales que usan red de enmalle o de arrastre. © Pablo Bordino

  • Contaminación

    Los derrames accidentales de petróleo o derivados contaminantes no suelen reportarse y se detectan por el impacto en regiones costeras o el empetrolamiento de aves marinas. El pingüino de Magallanes es una de las especies más afectadas. La suma de vertidos (frecuentes y voluntarios) de hidrocarburos en pequeños volúmenes tiene efectos contaminantes crónicos.

    La costa también muestra el impacto de los residuos sólidos arrojados al mar, la acumulación de basura no degradable es un problema que no recibe suficiente atención. Algunas especies confunden el plástico flotante con alimento y mueren al consumirlo. Además, existe un impacto estético que resta valor turístico a las playas contaminadas.

    Foto: En 1991, por lo menos 17.000 pingüinos llegaron empetrolados a la costa patagónica. © Guillermo Harris

  • Enmallamientos

    Muchas aves, tortugas y mamíferos marinos se enredan en artes de pesca como consecuencia de la interacción con pesquerías o con desechos que flotan a la deriva. Se han registrado lobos marinos de uno y dos pelos, elefantes marinos y hasta ballenas francas enredadas en artes de pesca. En la costa de Península Valdés, es cada vez más frecuente observar elefantes marinos con un lazo de tanza en el cuello. El material se origina en las líneas de monofilamento utilizadas por los buques que pescan calamar.

    Foto: Lobo marino de dos pelos subantártico (Islas Georgias del Sur) con una línea de pesca enrollada alrededor del cuello. © Dan Linehan

  • Especies introducidas

    La introducción de especies es una de las mayores amenazas a la diversidad biológica. En el Mar Patagónico se han reportado al menos 41 especies no nativas, principalmente de invertebrados y algas, y se sospecha que otras 50 especies podrían engrosar la lista.

    Foto: Alga undaria (Undaria pinnatifida), especie introducida “transformadora” con impacto significativo sobre las comunidades bentónicas. © Gregorio Bigatti

  • Enfermedades

    La fauna silvestre está expuesta a un riesgo creciente de contraer enfermedades relacionadas con actividades humanas. La ingestión de basura genera impacto en tortugas y en aves marinas, como el petrel gigante del sur. El pingüino de Magallanes es la especie que presenta mayor número de enfermedades infecciosas y la que ha protagonizado mayor cantidad de episodios de mortandad masiva.

    Foto: Cada año, un número considerable de ballenas francas aparecen muertas por causas desconocidas en las costas de Península Valdés. En 2007, un récord de casi un centenar de animales murieron en las playas de los golfos norpatagónicos. © Marcela Uhart

cero